miércoles, 28 de diciembre de 2011

Praliné Neuhaus


Foto de Lorena Carpintero Toscano

Dentro del mundo gourmet muchos elementos se pueden encontrar entrelazados con otros. El fin es impulsar sensaciones o incluso evocar recuerdos. Entre algunos ejemplos tenemos la famosa escena de la película Pretty Woman cuando el personaje, al que da vida Richard Gere, le dice a su glamurosa compañera que las fresas potencian el sabor del champán. También existen otros ejemplos menos cinematográficos. Alguna vez hemos encontrado una pequeña chocolatina de cacao negro en la taza de nuestro café. El dulce sabor del chocolate contrasta a la perfección con el amargo café, haciendo que nuestra boca se sumerja en un estallido de sabor.


El chocolate por si solo es un placer, pero lo hemos visto muy bien acompañado en diversas ocasiones de licores. Es el caso de los bombones belgas Neuhaus. La empresa bruselense. que nació en 1857, ha decidido realizar un interesante tándem entre un cacao oscuro del 52% con diferentes bebidas espiritosas muy conocidas: Ron Havana Club, Champán Rémy Martin, Absolut Vodka, Cointreau y Whisky Glenfiddich de doce años. La colección, con una magnifica presentación, posee 20 pralinés, envueltos individualmente con su particular identificación.

Dulces y ligeras partículas de chocolate llegan a ti, al desenvolver cualquiera de estos atrevidos caprichos. Sin embargo el proceso solo se ha iniciado, puesto que continúa al saborear su cacao, cuando comienza a deshacerse en el interior de la boca. Será la lengua quién aplicará una ligera presión sobre el delicado praliné, que provocará que se rompa y de él saldrá el líquido que inundará por completo tus sentidos, completando así la experiencia.

Es el perfecto compañero.

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