viernes, 30 de diciembre de 2011

Horno de San Onofre


C/ Hortaleza, nº 9

Resulta complicado encontrar un lugar donde hacer un desayuno o una merienda con buenos productos. En la Tahona Horno de San Onofre de la calle Hortaleza, 9 hay exclusivamente una pequeña mesa de cafetería, en la cual se puede hacer un alto después de un arduo día de paseo.


Esta empresa familiar, que abrió en 1972 en la madrileña calle de San Onofre por Daniel Guerrero, aún desea ofrecer productos artesanos y de calidad a un público que busca una elaboración cuidada, que evoque recuerdos de infancia o simplemente generar unos nuevos.

Foto de Lorena Carpintero Toscano

Pequeña y céntrica, la tahona, además de por su pan, destaca, para Ana Guerrero, por sus pastas, la cuales pueden diferenciarse en dos, bien por tener una base de mantequilla o bien de trigo. La dificultad para esta experta en la repostería tradicional española radica en elegir no solo las materias primas para su elaboración, si no, también, en medir correctamente las cantidades.

Su mobiliario de madera, oscura y cálida, lo realza una impresionante lámpara de araña enganchada a una pequeña cúpula dorada. Sus decorados del escaparate, muestran turrones completamente artesanales, donde destaca el de capuchino, único en Madrid. Aunque lo más aplaudido son algunos postres ocasionales, que sobresalen por su diseño original, como es, en esta ocasión, los dulces mocasines.

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